Cochino Asesino (De la saga Almasucias y Uñasucias)

miércoles, 29 de abril de 2009


Los Almasucias están asustados, la red de redes, sus cajas bobas, radios y periódicos, les taladran la cabeza con los estornudos del porcino. Parece que no son inmunes, como lo son al hambre, al resfrío del chancho. He aquí el pánico horroroso. Cada cual en su casa y saraza saraza. En familia, todos espían por las ventanas las calles bacías. Aislamiento total, no shopping, no cars, no juntarse a tomar el té y ni hablar de salir de putas los domingos a la noche por los barrios bajos de la ciudad. La cosa no es tan fácil en el encierro, si por una de esas casualidades un Alma de la familia llegara a insinuar un estornudo, los demás no dudarían en expulsarlo de un zopetón al nosocomio mas cercano; entonces todos contienen las ganas, respiran hondo y ahí se quedan, con los ojos irritados y la nariz de payaso.
Prenden la tele para alimentar al susto mientras llenan la barriga con cualquier cosa que no sea cerdo. El momento cumbre llega cuando revelan las cifras: 27 casos no confirmados en Argentina, 23 oficialmente confirmados en México, 7 no confirmados en Brasil, bis-bis. Se les atraganta la comida y no pueden toser el ahogo, porque si TOS: NOSOCOMIO.

Los Almasucias, que venían agotados de la guerra contra el mosquito (terribles bombas químicas, nubes tóxicas de raid, sequía de cuanto charco quedara tras la lluvia) deben enfrentar ahora al porcino asesino, “no es justo” se dicen para sí mientras niegan con la cabeza.

Mientras tanto, los Uñasucias guerrean contra el hambre, sumadas las mismas enfermedades y otras (de poco interes porque "allá lejos")
Si señor, peléan allá afuera, donde los Almasucias no los ven. Años guerreando a la vuelta de la esquina, en aquella “Suciaprovincia” o en aquel “Suciopaís”. Llevan centurias siendo vencidos, día tras día, sin que su guerra eterna provoque el espanto de los Almasucias.
Pero dejemos de banalidades porque acá lo importante es la cochinada.

Parece que la capacidad de HORROR del Almasucia responde a sus propios intereses.



Nota del Autor:
Si, también estoy asustado...
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Dr. Esculapio

martes, 14 de abril de 2009




Les presento mi primera historieta. En revista "La Ventana" ... próximamente!

Osita

viernes, 3 de abril de 2009


Osita del campo, miel clarita, frutas del bosque...
Es tan linda y todos me dicen que no, que tiene cara de pájaro. Y puede ser, porque los pájaros son tan lindos, tan como ella. Me gustan los pájaros, me gustan como cantan en las jaulitas de mi rancho.
Y estos déspotas que me quieren borrar del mapa. Ahora me tengo que estar escondiendo en este boliche de mala muerte lleno de mugre.
Decile al de la barra que me traiga un whisky, Osita.
El señor de aquella mesa no me gusta nada. Intuyo que sabe algo. No se, se toca el bigote a cada rato y eso es de poco confiar.
Puajjj!!! Esto esta hirviendo, Osita. Tomá, que le pongan mas hielos, andá, andá.
¿Hasta cuando voy estar acá tirado?... Se me está poniendo fea la herida, che.
Estos tipos no se cansan, no van a dormir hasta encontrarme, huelen la caroña a kilómetros, como las comadrejas. Me preocupa mi familia, la Aurora, viejita mía, es tan frágil, como una ramita de otoño, tan desnuda y frágil. Si la llegan a tocar... ya van a ver si la lastiman.
Gracias Osita, sos tan linda. Vení, acostate acá, al lado mío. ¿Por que no? ¡Acostate te dije! Por favor, necesito oler tus cabellos que huelen al trigo después de la lluvia , al campo y a los girasoles. Vení, dejame que te huela así se me cura esta herida inmunda.
¡Rajá, rajá de acá !Nada de esto estaría pasando si no fuese por tu culpa. Vos tenés la culpa de la herida y de que está acá tirado cada vez mas cerca de la parca. ¿Me está esperando sabés? Cuando te fuiste a ponerme mas hielo se me arrimó y me quitó el aliento, decí que volviste pronto y se espentó. A vos no te quiere, sos demasiado joven y linda, y aire de las sierras, y ventisca de los glaciares.
Me lastimás tanto Osita... a veces me pregunto si tenés alma ¿sabés?
No llores Osita... Perdoname, yo te quiero, che.
Sos linda cuando lloras, se te pone la puntita de la nariz colorada y los ojos mas verdes. Dejame acariciarte, acercate. Vení.
Como quisiera volver el tiempo atrás, cuando me esperabas con las empanadas de cordero y me servías el vino tibio y compartíamos el fogón ardiendo reflejando en la ventana del rancho. Adentro el calor de nuestro nido, afuera las montañas, la nieve eterna predestinando nuestros corazones.
Esta herida me va a terminar matando, che. Me duele mucho.
Si, podés. Andá. No tardes mucho que el calor de tu cuerpo se pierde enseguida y necesito sentirlo. Después tenés que ayudarme a mí a llegar hasta el baño, no creo que pueda solo, pero andá, apurate.
A estas alturas deben estar despistados y agotados, seguro hacen una pausa hasta mañana, y para mañana ya voy a estar en mi Chile hermano, en medio de los Andes, con la tranquilidad de no tener a esos perros pisándome los talones.
El tipo de los bigotes sigue ahí, no es peligroso como pensaba, si no ya hubiese actuado.
Osita, te extrañé tanto, echate de nuevo que tengo frío, debo haber perdido mucha sangre. Dale, vení. ¿Que te pasa Osita? ¿porqué me miras así? Soy yo, tu Lobo guardián, tu refugio en la patagonia ¿te da asco la sangre? No te preocupes, creo que está cesando la hemorragia.
Osita... ¿qué te pasa?
No. Decime que no. Decime que es cierto que fuiste al baño y no que...
Osita de mierda!!!
Guarden esas armas, podemos conversar. Todo se puede arreglar.
Hija de mil puta!!!
No, no, no por favor!!! No me maten!!!
Te amo tanto Osita... perdoname, si te rapté durante todos estos años fue porque te amaba como el loco a su fantasía, como el fuego al leño, como la hierba al...
O- si- ta – a ...
 
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